TravelSeries #1
Una de las cosas que más me sorprendió el poco tiempo que estuve fuera de casa, es lo rápido que hago amigos.
Tal vez sea por la intensidad del “acá y ahora” que se vive estando de viaje. Todo ocurre acá, ahora, no podemos perder tiempo. Mañana quién sabe si estamos en el mismo lugar o país, por eso se vive el presente de una forma más plena y sincera.
Cuando estamos lejos de nuestra cotidianidad, de nuestra rutina, podemos observar cómo dejamos a un lado el presente y, nuestra ansiedad, nos hace pensar en el futuro; a quien vamos a ver el viernes, con quien vamos a comer el sábado, etc.
Al estar fuera de este círculo de vorágine infinita, volvemos a conectar con lo que nos pasa, con nuestros pensamientos y valores.
Yo me siento mucho más yo estando de viaje, que en San Jorge o Rosario; conociendo gente nueva, hablando inglés con los dos yankis a los que les ofrecí sacarles una foto juntos en la ruina maya porque no les salían las selfies, intentando acordarme alguna palabra de las que aprendimos en francés en la escuela mientras charlo con dos amigos Parisinos en el hostel, mientras escucho las anécdotas de un señor que me prepara una quesadilla en un carrito de comida en Tulum, mientras viajo al pueblo más Antiguo de Quintana Roo.
Nuestra esencia se encuentra a flor de piel estando de viaje. Nos entregamos a todo lo que nos rodea, nos dejamos llevar por lo que nos pasa y todo se vuelve más auténtico.
Si quieren conocerse a ustedes mismos, viajen solos!!
No se van a arrepentir!